Mentes abiertas y cerradas

Abrir tu mente trae nuevos universos

Los alumnos de filosofía hablaban con el profe, quien les contó:

–Estaban encadenados dentro de la caverna desde que nacieron. Siempre de espaldas a la entrada, nunca habían volteado. Detrás de ellos había un pequeño muro y una hoguera. Entre el fuego y el muro pasaba gente, hacían piruetas.

Ellos solo veían las sombras que se proyectaban en la pared frente a ellos.

Un día, uno de ellos escapó. Al principio, encegueció, no acostumbrado a la luz. Después de ver el mundo regresó a contarles. No podían entenderlo. Se burlaban.

–¿Y por qué no podían entenderlo? -preguntó Freddy.

–Esa es la alegoría de la caverna de Platón -respondió Arnaldo-. Piensa en alguien quien solo ha conocido una religión o partido político, una sola familia y un solo país. Atrapado entre las cuatro paredes de su cabeza. Tú mismo, Félix. ¿Cómo sabes que no existen Ovnis? Si no puedo afirmarlo, tú tampoco puedes negarlo.

–Pero, imagine profe, si uno cree todo lo que le dicen se vuelve loco.

–Y si no crees nada, te vuelves escéptico, es igual de irracional. ¿Hasta dónde puedes aceptar nuevas ideas?

–¿Y si no es científico?

–¿Sabías que una buena investigación deja preguntas por responder y que en ciencia no hay punto final? Averigua que es un dogma en la Edad Media, piensa en gente cuyo único argumento es El Islam, La Biblia o alguna ley que cambiará con el tiempo. …

–Solo pueden ver lo que siempre han visto: sombras.

Einstein dijo que «la mente que se abre a una nueva idea jamás regresa a su tamaño original». 

Piensa en eso y estamos en contacto, ¿vale?

@PsicoJulioMoreno

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