
Retos mentales emocionales
Subí a la azotea de la quinta donde vivía y después de ver hacia abajo varias veces, miré a unos zamuros parados en la antena, luego el mar a lo lejos. Bajé las escaleras y aquí estoy.
Mi hijo murió un 13 de enero y en febrero de ese mismo año le dieron 3 meses de vida a mi mamá. Eso fue solo el principio.
Al igual que tú, no crecí en una sociedad ni en una familia perfecta, y mi forma de elegir parejas y relacionarme tampoco fue la mejor.
El dinero en mi vida ha tenido altas y bajas.
Lo anterior y otros eventos me llevaron a la depresión, la ansiedad, la rabia, el miedo y la tristeza; esto me condujo a varias terapias y procesos de formación a lo largo de años .
Mi primera profesora de masajes me dijo: «si no te trabajas internamente, el universo no te da permiso para trabajar a otros». Una profesora de la Escuela de Psicología: «Los psicólogos deberían tener su psicólogo».
Aprendí a reír y a llorar para sanar, sentirme mejor, aclarar mi mente, tomar mejores decisiones y resolver problemas.
Sigo aprendiendo y lo compartiré contigo.
Si crees que el apoyo profesional mejorará tu vida mental y emocional, pide tu cita.
